¡Buenos días!
Mi peque es un niño con un fuerte carácter, que tiene reacciones explosivas en determinadas ocasiones y estamos intentando darle las estrategias para que él solo vaya autorregulándose.
Hace tiempo vi el cuento de «El cojín de Martina Repentina» y me pareció una gran idea.
Así que uniendo este recurso con los libros que tenemos en casa de «Ecología Emocional», donde se ponen símiles y metáforas entre el estado climático y el estado emocional de las personas: (si quieres ver la reseña que hice de ¡Cómo está el clima!, pincha aquí)
– Y el otro (donde no hay nada) lo tuneé con fieltro e hice una nube de tormenta enfadada:
Preparé la siguiente historia para contársela:
EL COJÍN DE LAS TORMENTAS
Érase una vez, un niño
con un corazón gigante,
que cuando está muy alegre,
es como un sol radiante.
Su carita sonriente
se parece a los rayos del sol,
acaricia a todo el mundo y
los llena de amor.
Sus ojos vivarachos
y sus carcajadas
lo inundan todo
en un momento.
¡Qué gusto da
verlo así de contento!
Pero cuando se enfada,
sin darse cuenta,
es como una gran
TORMENTA…
Y todos se entristecen
al verlo sin control.
Su enfado puede
oírse muy lejos…
Entonces se esconde el sol.
Él sabe que puede
utilizar su cojín del
enfado y del alivio.
Le ayuda a volver
a estar relajado y tranquilo.
Y como después
de la tormenta,
la calma siempre
ha de llegar.
¡El sol y la alegría
volverán a brillar!
Y este es el vídeo que hice con el cuento-poesía:
De esta manera tenemos la cara del cojín con la nube de tormenta, que miramos cuando estamos enfadados o fuera de control. Y cuando nos hemos calmado y hemos conseguido desahogarnos, lo abrazamos mirando al sol sonriente.
Es un recurso muy visual, que el niño tiene cuando ya ha entrado en la fase de rabieta o de «secuestro amigdalar» (ya os haré una entrada con todo lo que he estado leyendo este verano sobre «El cerebro del niño» y la «Disciplina Positiva»).
Una vez que ya estamos en pleno «tsunami» de emociones y sentimientos, hay que buscar los recursos para que el niño se desahogue y vuelva en sí pronto. Ya que una vez que conectas con su lado derecho del cerebro, podrás hablarle a su lado izquierdo, escuchando y entendiendo lo que antes era imposible por su estado.
Además seguimos utilizando el «Frasco de la Calma» (ver aquí si te lo perdiste) y si quieres saber cómo hacer uno (pincha aquí). Es un recurso que podemos utilizar antes de llegar al punto de «NO retorno», que puede relajar y transmitir al niño la idea de que antes de perderse en la «tormenta emocional» hay que buscar estrategias y momentos para conseguir no sobrepasar la línea del descontrol.
Buscando por Internet encontré el Blog: A escola dos sentimentos, donde realiza una fantástica recopilación de recursos e ideas para trabajar el control del enfado. Os recomiendo que leáis la entrada!!!¿Te ha gustado la idea del «Cojín de las Tormentas»?
Comparte en tus RRSS si piensas que deben conocerlo más personas. ¡Mil graciassss!
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2 comentarios. Dejar nuevo
Genial, Belén!!! Me encanta la idea del cojín! Seguro que funciona estupendamente con tu peque 🙂
El otro día me sorprendió mucho, cuando estaba muy enfadado y le dí el cojín, hasta que no se relajó no puso la carita del sol… hizo varios amagos, pero se daba cuenta que seguía alterado y se autoregulaba solo. Es que es visual y le ponen cara a algo que sienten dentro y no comprenden. Espero que dure y no sea solo la novedad, jeje! Un besico guapa